La PAH ha reunido unas 3.000 signaturas para la modificación legislativa contra los desahucios.
La campaña de recogida de firmas para la Iniciativa Legislativa Popular hipotecaria por la dación en pago retroactiva que comenzó en abril del 2012, finalizó el pasado martes. Con la ILP acaba también un proceso de participación ciudadana que, aunque ha supuesto un esfuerzo para todas las Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ha permitido trabajar de forma coordinada con otros colectivos del país y llevar el debate a la calle. Unas medidas que han recibido un apoyo mayoritario de la sociedad.
El martes se hizo entrega de las firmas en cada comunidad autónoma y hoy se hará la última entrega en Madrid, donde se anunciará el total de firmas recogidas por las plataformas. Este recuento final es un punto y a parte, un punto de inflexión. La ILP llega en un momento en el que el número de desahucios y ejecuciones no deja de incrementarse cada trimestre. Al mismo tiempo, el consenso social para modificar la ley hipotecaria e incluir la dación en pago retroactiva, la paralización de los desahucios y el alquiler social cuenta con un apoyo mayoritario de la sociedad. Sin embargo, de momento este clamor no se ve representado en el Congreso. Las diferentes propuestas y decretos propuestos tanto por el PSOE como el PP han mostrado su inefectividad, haciendo que la grieta que separa a la ciudadanía de sus representantes sea cada vez mayor.
Desde la PAH Badía creen que con la ILP también se agotan todas las vías que el actual sistema ofrece para modificar una ley. Hasta la fecha, se han hablado con bancos, servicios sociales, partidos políticos, ayuntamientos, juzgados… Y cuando termine enero se habrán dedicado cientos de horas a estar en las calles (los jueves a la entrada del mercadillo, en la Plaza Mayor, cerca del CAP…) visualizando el problema y ofreciendo soluciones, informando, debatiendo, recogiendo aproximadamente 3.000 firmas de los badienses solidarios, gracias al esfuerzo de algunas de las personas que participan en la PAH para tramitar esta propuesta de ley sin necesidad de recurrir a ningún partido político. Si a pesar de todo, el gobierno comete la arrogancia de rechazar las medidas propuestas, tienen la suficiente legitimidad para subir el tono de las acciones y protestas, aumentando así la presión social.